Morfeo
uno de los Siete Eternos
[el provocador de sueños]
sabía que el rumbo no
podía ser corregido:
se había enamorado de una mortal.
Intentó hacerla princesa de su reino
sin embargo Desespero
le comunicó
que los mortales
no mantienen la cordura
por toda la eternidad.
Quizo mostrarle la vastedad de los sueños
no obstante Delirio
asombrada
creó mariposas inventadas
-Así caerá en este mundo- susurró
y desapareció, divertida.
Morfeo le demandó a su amada
un pedazo de su alma
para guardarlo en un cofre;
Destrucción le recordó
con ira contenida en sus ojos
-¿Acaso deseas el fin de tu familia?
Ella no debe permanecer. Todo perecerá.-
Ya hastiado en desconsuelo
depositó sus mínimas esperanzas
[hizo llover toda el agua]
en su olvidada hermana/ hermano Deseo
quien llevándose un cigarrillo a la boca
le confesó su ausencia de ayuda.
Al fin, destrozado, junto a su amor
sentados en la cornisa de la torre más alta
del castillo inerte de Sueño,
esperando la llegada
de la hermana más calma
que apareció y le tendió la mano a mortal
para despojarla de cuerpo y alma.
Agustín Antuña
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