Me mata tener que limpiar siempre la mesa
para sentarme a comer. Hay tanta sangre ajena
sobre el ajeno mantel. En las noticias, en el televisor
muchas personas mueren de otras formas: ¡Pum!
un balazo, tu atropello, la guerra de siempre, las hambres
de siempre. Sin embargo ahora yo me muero así
(La muerte es un día perfecto que de pronto se nubla)
A veces pienso tanto en Cristo que no me persigno
¿Qué nos mata entonces? Me pregunto cenándome
Preferiría entonces tener nada que comer
Así comprendería lo que es vomitar de verdad
Mientras tanto agarro el tenedor:
—Comienzo a escribir en la sopa
aquello que se desvanece
Tamym Maulén
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