La flor
Nace
Crece
Se reproduce…
Muere.
La piedra.
El árbol
Nace,
Crece,
Se reproduce…
Muere.
El viento.
El ave
Nace,
Crece,
Se reproduce…
Muere.
El sol.
El Hombre
Nace,
Crece,
Se reproduce…
…y muere.
…sin misterios…
jairo fiorotto
DESDE UN MATRAZ ERLENMEYER / PALABRAS QUE SON EXPERIMENTOS / ERRORES
BIEN HECHOS / EVAPORACIÓN DESCONTROLADA / MEZCLAS ATÓMICAS O NUBES /
BIENVENIDOS AL
Humano original
¡A cavar! ¡Acabar mi fosa!
No hay mejor lecho que el descanso.
Acabar con todo lo que dice acabar,
la pared, un muro, el fin de un cuento,
las horas, los despidos, los minutos,
con ese pájaro que deja de cantar.
Acabar con todo lo que acabe,
menos con la muerte
Pobrecita
chiquitita
(ahí toda)
despanzurradita
sobre la toalla
blanca ahora negrita
de su sangre
Apenas
unos grititos pegó
y un pequeñito
¡ay!
mi dolorcito
estampé en su
cuerpecito
Pobrecita
chiquitita
Y no
mucho no sé
quejó
(porque aún no tenía
boquita)
porque lo entendió
-Era ella o yo-
Me agradeció por
su cortita
vida
y yo así le pagué
desparramando su nombrecito
en un papel
Yasífueque
yo viví a costa de su
viditamuertecita
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Pobrecita
chiquitita
tirada ahí
aplastadita
Yo (la leí y) la rescaté
y ahora mueve sus patitas
-otra vez
Sol.
Morfeo
uno de los Siete Eternos
[el provocador de sueños]
sabía que el rumbo no
podía ser corregido:
se había enamorado de una mortal.
Intentó hacerla princesa de su reino
sin embargo Desespero
le comunicó
que los mortales
no mantienen la cordura
por toda la eternidad.
Quizo mostrarle la vastedad de los sueños
no obstante Delirio
asombrada
creó mariposas inventadas
-Así caerá en este mundo- susurró
y desapareció, divertida.
Morfeo le demandó a su amada
un pedazo de su alma
para guardarlo en un cofre;
Destrucción le recordó
con ira contenida en sus ojos
-¿Acaso deseas el fin de tu familia?
Ella no debe permanecer. Todo perecerá.-
Ya hastiado en desconsuelo
depositó sus mínimas esperanzas
[hizo llover toda el agua]
en su olvidada hermana/ hermano Deseo
quien llevándose un cigarrillo a la boca
le confesó su ausencia de ayuda.
Al fin, destrozado, junto a su amor
sentados en la cornisa de la torre más alta
del castillo inerte de Sueño,
esperando la llegada
de la hermana más calma
que apareció y le tendió la mano a mortal
para despojarla de cuerpo y alma.
Agustín Antuña