...esperaba...
tampoco del árbol salieron palabaras, ni ninguna misteriosa Alejandra se asomó por el sol, tampoco el Sol se oculto con demasiada poesia... el gato salto de la rama 19 al suelo, apoyó sus dos patas delanteras, despues las dos traseras y se fue corriendo por la vereda que ya empezaba a teñirse del color del sol. Del árbol no cayó lento ninguna hoja romántica deslizandose suave sobre el viento, ni tampoco sacó sus pies de la tierra el árbol, como revelándose a su naturaleza, mas bien se quedó como buen árbol obediente que es, y yo, como gran estúpido, lo miraba estar, sentado en el banco blanco de madera.
Desapareció el gato en el horizonte, igual que el Sol tras los techos bajos del oeste. Mi espera se hizo noche, y la babélica borgeana no se hizo presente, ni la satira barcelona, ni la quejumbrosa melodia del violin de Becho... pasan dos personas de la mano por la vereda y me saludan (costumbre en la ciudad), devuelvo el saludo y me pregunto quién será - aca te saludan todos, pensé. Me paro, coloco la mochila a mis espaldas, elevo el maxilar hacia la neonata curz del sur y me encamino rumbo sur por la malhecha vereda de cemento, por la misma que huyó el gato... dicen que tambien desaparecí en el horizonte. Después de todo, todo es cuestion de dónde lo mires...
-muchas veces me pregunto por qué siempre deseé cosas que a la cotidianidad excede-
//para cuando la inspiracion inspira... un lado, dos lados... un lado bipartito y sin dicotomías.
jairo fiorotto
Compañeeerosss... ahora estoy de vacaciones, escribiendo en mi notebook recostado en una hermosa hamaca paraguaya colgada entre dos palmeras con vista al mar... disfrutando de un rico daikiri... pero promento q cuando vuelva a la gris ciudad subo lo que me falta, y retornare al taller!.. jaja.. abrazos...
ResponderEliminarp/d: es mentira. (aclaro por las dudas.. rocionotesientasidentificada)
ya era demasiado para crer jairojaviercaradeyasabésqué
ResponderEliminar